viernes, 9 de septiembre de 2011

Al más grande.

Tendré marcado siempre en mi calendario este siete de septiembre, esa gran tarde vivida en Huesca, con una gran compañía, esperando a una grandísima persona.
Recuerdo que con la llegada de Roberto, aparecieron ciertas dudas, aunque todo el mundo creía y todo parecía indicar, que iba a ser Leo Franco el que abandonara el club. Reinaba el razonamiento en los al rededores de las oficinas del club. Parecía que estábamos todos de acuerdo en una cosa, nuestros porteros iban a ser Roberto Jiménez y Toni Doblas.
Todos contentos y alegres, hasta que a Aguirre se le cruzan los cables, y vuelve a hacer uso de sus favoritismos, como ya hiciera con Sinama Pongolle, que demostró una, otra y otra vez, que no tenía ganas, que no valía para el Real Zaragoza, que no marcaba goles, pero Aguirre lo seguía alineando… Volvió a suceder, Aguirre prefería al hombre que cobraba el doble, que daba la mitad de rendimiento, al que la grada no traga y al que en vez de manos parece que tiene muñones…
Y sin mojarse mucho, dejaba a un lado al portero que la grada ADORA, al que nos devolvió a primera, al que nos brindó la permanencia con algunas de sus paradas, al que cobra la mitad, al que rinde el doble, al que más vestuario hace… Tendrían que preguntar a los jugadores, que afirmo sin miedo a equivocarme, que su elegido sería también Toni Doblas…
El veintitrés de agosto, Toni parecía confirmar en twitter lo que todos pensábamos, el descarte era él. A su manera nos decía lo “mosqueado” que estaba porque entrenaba como nunca, y ya se imaginaba que no iba a tener la oportunidad de jugar.
Se abrieron todo tipo de debates, en los días anteriores al cierre de mercado, a ese temido treinta y uno de agosto. Unos periodistas decían que este año íbamos a tener tres porteros, que Toni no iba a salir. Otros sin embargo veían más que probable su salida… Yo mantenía un rayito de esperanza, yo de verdad creí que se iba a quedar.
Las horas de ese miércoles fueron eternas. No paraba de meterme a Internet, investigando que fichajes estábamos haciendo, la salida de Uche… Alrededor de las seis de la tarde, decidí dejar de mirar Internet. No salía nada y estaba muy nerviosa. Volví a mi casa a las 9, creyendo y queriendo creer, que si a esas horas todavía no se había ido, ya no se iba a ir.
Antes de mirar el ordenador, me puse a ver los deportes en Aragón TV. Después de repasar los fichajes de Postiga y Luis García, y de la salida de Uche, apareció la imagen de Toni en las oficinas del club, mi corazón comenzó a latir, no sabía si quería escuchar lo que venía después, entonces, creo que era Jorge Hernández el que hablaba, fue el encargado de decir, que Doblas estaba allí porque había renovado su contrato con el Real Zaragoza por dos años más. En apenas dos segundos me dio tiempo a saltar, aplaudir y a hacer el loco, hasta que volví a escuchar lo que decían, el Xerez era su destino, se iba un año cedido. Tenía dos opciones, no sabía si alegrarme, porque al fin y al cabo era lo mejor que podía hacer para poder jugar y no lo habíamos vendido, o llorar porque una vez más se le daba una patada a un jugador importante para el equipo. Para Toni ya no era la primera patada, el club también se la dio cuando ascendimos. Finalmente opté por la segunda.
Entonces en mi mente apareció ese siete de septiembre, esa gran oportunidad en copa del rey, contra el Huesca. Al menos algo me salía medianamente bien. Tenía la oportunidad de apoyarle en tan solo una semana. Y gracias a una persona, pude cumplirlo.
Las cosas se complicaban, el partido era a las nueve de la noche y el último autobús desde Huesca hacia Zaragoza salía a las nueve menos cuarto. Pero yo tenía clarísimo, que no iba a perder ese tren, que haría todo lo que estuviera en mi mano para poder estar allí, apoyándolo, representando a toda esa afición zaragocista, que lo adora y lo añora…
Y finalmente, pudimos cumplirlo. A las cinco en punto estábamos en frente del Alcoraz, dos tocayas esperando únicamente al autobús del Xerez. Mientras hablábamos de todo un poco, sobre las siete y media de la tarde, por fin aparecía ese autobús. POR FIN. Los nervios aparecían, me latía el corazón tan rápido que no se si tan siquiera pensaba con claridad, las manos me temblaban. Y nos acercamos. Miraba a todos y no veía a nadie, solo buscaba las ya famosas entradas de Toni. No sé cuantos minutos pasaron, no sé ni lo que decía en ese momento. Porque apareció nuestro portero. Esperamos a que hablara con varias personas del Huesca, y lo llamamos, más bien lo llamó Natt, porque yo en ese momento poco abrí la boca.
Le dimos nuestro pequeño regalito homenaje, nos dio dos besos y nos lo agradeció. Le preguntamos si jugaba, y al confirmárnoslo, fuimos directas a comprar las entradas. ¿Dónde?, pues detrás de la portería, estaba más que claro. Las compramos en la fila 1, aunque si nos la hubieran dado en la fila más alta, tampoco hubiéramos estado muy lejos… Es que el Alcoraz es muy grande! Después de pasar varios ataques de pánico, viendo como fácilmente nos podían dar un balonazo en la cara, nos sentamos en la fila dos. Cruzamos los dedos para que en la portería que estábamos le tocara a Toni en la segunda parte. Pero claro, todo no podía salir tan bien, y nos tocó en la primera parte. Pero a esas alturas… Que más daba! Estábamos a escasos metros de él, lo animamos y casualmente en la primera parte, no encajó ningún gol. Hacia alguna que otra cosa rara, con la que nos reímos mucho, y después de alguna que otra mirada rara de la afición oscense, por mi camiseta del Zaragoza… Aparece Brau. Que en una de las miradas de Natalia, por ver si habían abierto el bar, descubre entre “la multitud” a Braulio… No tiene precio! A mi me costó un poco más verlo. Pero aquí entre nosotros podemos decir, que ver el partido lo que se dice ver el partido… Pues bueno, digamos que le gustaban más las pipas.
Acabó el partido, perdió el Xerez, que se quedó con nueve. La expulsión en el minuto 1 les dejó heridos de muerte. Pero más bien fue mi apoyo, porque soy muy gafe. Si hubiera querido que ganara el Huesca, se hubiera clasificado el Xerez…
Nos jodía por Toni, y además yo creía que a la salida iba a estar triste. Pero claro, después de reencontrarse con sus amigos del Huesca, con diversos periodistas de la capital del Ebro y el abrazo por detrás, de su gran amigo (con un gran olor) Braulio… ¿Cómo iba a estar Toni de mal humor? Tuvimos que esperar un rato, porque no paraba de hablar, y al “poco” pudimos llamarlo. Se giró y apareció esa sonrisa… Desde ese momento yo ya me puedo morir en paz. Pasamos unos minutos con él, hablamos de su regreso a Zaragoza, de que lo esperaríamos, y de alguna cosa más que nos guardamos para nosotras… =)
Nos hizo la foto a los tres una señora, que estaba en un grupito que no se que nos dijeron. La verdad le estaba dando vueltas a lo que había dicho Toni. No creo que pueda haber nadie más grande que él, y más sincero… Pues tampoco. Se preocupó por como volvíamos, y nos despidió. Y yo ya estaba pensando todo lo que quedaba hasta mayo. Mucho, mucho tiempo.
Me quedo con lo mejor del viaje: Su Sonrisa.
El viaje, la espera, el dolor de espalda… Todo valió la pena, y puede que alguien no lo entienda, de hecho puede que mucha gente no lo entienda, quizás eso le de mucho más encanto, quizás eso me de exactamente igual. Yo soy feliz con esos minutos a su lado.
Pero no todo quedó allí, al día siguiente, Natalia le pone la foto en twitter, poniéndole que no hay persona ni portero más grande que él, y para demostrarlo, lo retwittea, nadie puede imaginar la sensación, la ilusión de ese momento. Me alegré mucho más de ir a verle entonces, de ver, que a él también le hizo ilusión, que aunque fuera un poquito, nuestra visita le marcó.
Yo ya no tengo palabras para este hombre, para semejante portero, para esta estupenda persona. Solo espero que de aquí a un año, Aguirre entre en razón, porque si no lo hace le meteré una patada en el culo, básicamente.
Hoy ya puedo decir, que la camiseta que más orgullosa llevo puesta, es la suya.
Hay algo que valoro muchísimo en su persona, y es su sentido del humor y sus ganas, el no rendirse nunca. Creo que todos tenemos algo que aprender de Toni Doblas, y sé que no me equivoco.

GRACIAS, POR ESAS COSAS QUE NO SE PUEDEN CONTAR :’)

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